1️⃣ ESPECÍFICO – Debe ser lo más concreto posible, evitando la ambigüedad; “quiero un mejor trabajo”, pues muy bien… pero ¿de qué quieres trabajar?, ¿qué significa mejor?, ¿en qué departamento, qué empresa?… ¡SÉ ESPECÍFICO!
⠀
2️⃣ EN POSITIVO – Al cerebro no le gusta el no, por ejemplo, piensa en “no quiero estar más estresado en el trabajo”, ¿qué ha hecho tu cerebro? Imaginar una situación estresante en el trabajo y luego tacharlo, no podemos imaginar el no-algo. Cambia el “no hacer X” por el “sí hacer Y”.
⠀
3️⃣ MEDIBLE – Hay que tener una medida del progreso, si no hay manera de medirlo… ¿Cómo sabes si lo estás consiguiendo? Puedes marcarte pequeñas metas que te sirvan para ver que lo estás alcanzando.
⠀
4️⃣ ALCANZABLE Y RELEVANTE– Un buen propósito debe suponer un reto, ser desafiante y relevante… ¡aunque también alcanzable! Si mi propósito es un aumento de sueldo en el trabajo y no he hecho nada para pedirlo o ganarlo, quizá no es un buen propósito, ¿verdad?
⠀
5️⃣ ESTABLECIDO EN EL TIEMPO – Cuando vas a comenzar y cuando quieres conseguirlo. “Este año voy a pedir el aumento de sueldo” Pues muy bien… pero ¿cuándo?, ¿en junio? Márcalo en el tiempo, “Enviaré un email a responsable la semana que viene”. También para cuando quieres alcanzarlo, “quiero un aumento de 3000€ al año a partir del 1 de junio de 2020”.
⠀
6️⃣ HAZLO MEMORABLE – Escríbelo en un papel, apúntalo en el móvil, cuélgalo en la nevera… ¡tatúatelo! Haz lo que te dé la gana, pero no lo dejes solo en tu cabeza, conviértelo en algo tangible.
⠀
Siguiendo estos pasos a la hora de escribir tus propósitos, estarás un poquito más cerca de conseguirlos. Aunque no lo olvides, lo más importante para conseguirlos seguirás siendo TÚ, el “QUERER”, la voluntad de conseguirlos, así que ya sabes… define bien tus propósitos, créetelos, quiérelos…
¿Ya has empezado a escribir tu propósito?
Te leo y te contesto en tus comentarios