Nadie atrae tanto éxito como la persona que hace lo que le gusta. Sin embargo, el 85% de la población declara no estar satisfecha con su trabajo.
¿Felicidades si es tu caso! ¿Qué por qué te felicito? Pues porque necesitas sentirte así para empezar el cambio. Por experiencia propia sé que es así…
El trabajo es, de lejos, la actividad a la que más tiempo dedicamos, así que, si te encuentras contando las horas para que llegue el fin de semana, ha llegado el momento de cambiar esto y conseguir que tus días de lunes a viernes sea tan apasionantes y divertidos como lo son de viernes a domingo.
Para ello necesitas apagar el “piloto automático” que llevas encendido y salir de esa zona de confort en la que te has instalado, para que surja la magia y encuentres tu propósito.
¿Pero ojo! ¿Te ha pasado alguna vez que has luchado por obtener algo y cuando lo has conseguido has tenido una sensación de vacío, de que no era lo que te esperabas? Esto es precisamente lo que ocurre cuando los objetivos no tienen un propósito consistente o un motivo poderoso detrás. Sé que no es un ejercicio fácil, ya que requiere tiempo y mucha reflexión interna, pero es totalmente necesario si quieres mejorar tu vida.
¿Y ahora qué? ¿Qué puedo hacer?
Interioriza tus objetivos teniéndolos siempre presente: colócalos en un sitio donde puedas leerlos diariamente al principio y semanal y/o mensualmente a medida que los vayas teniendo más interiorizados. A partir de ahora cada vez que vayas a tomar una decisión, pregúntate si está alineada con tus objetivos y si no lo está, descártala.
Analiza qué habilidades y conocimientos necesitas para conseguir lo que te has propuesto. Recuerda que para conseguir resultados diferentes, tendrás que hacer cosas que nunca has hecho y convertirte en una persona diferente. ¿El mejor momento? ¡Es ahora! No dejes pasar un día más. Debemos dejar de posponer la vida “lo haré, cuando…”, “seré feliz, cuando…” Y recuerda que el modelo ideal para pasar a la acción no existe, has de crearlo a tu medida.