A terminado para muchos un día de trabajo, para otros quizá falta poco y es buen momento para después de todo, hacerse esta pregunta.
Tal vez de primer momento puede resultar sencillo responder a una pregunta como esta, o no… pero cuando la respuesta llega, es reveladora.
Te cuento que hace ya algunos años comencé a preguntarme esto con mucha frecuencia y después de algunos meses, me di cuenta que lo hacía bien, que algunos días me entusiasmaba más que otros pero no me apasionaba lo que estaba haciendo, sino más bien que me apasionaba aquello que podía hacer y quería realmente hacer.
Qué hice? hacerme cargo y poner límites y plazos.
¿Qué si fue fácil? Francamente no fue difícil, sino muy retador, ha habido días buenos y días malos, pero al final ha valido la pena cada minuto, cada emoción, cada pensamiento y cada acción, todo suma!
Estamos en el camino, la felicidad es un sendero que debemos transitar día a día, no sucede como por arte de magia ni es permanente yo digo que es como hacer ejercicio, si no lo haces con regularidad y constancia… no verás los resultados.
Cuando no te gusta lo que haces, la vida parece no avanzar, te puedes sentir estancado y el todo se convierte en nada…
¿Te ha pasado?