Todos sabemos que las empresas saludables son aquellas que velan por el bienestar y la salud laboral de sus empleados, aquellas que implementan un liderazgo saludable. ¿Pero quién es el protagonista en dichas organizaciones? ¿Qué figura tiene gran importancia? Sin duda, la del líder.
En la actualidad, al líder no sólo se le exige dirigir a un equipo y conseguir óptimos resultados en su gestión, sino que además debe velar por la prevención de los riesgos psicosociales en la empresa. Para ello, el líder debe estar dotado de ciertas habilidades y estrategias, que le permitan acceder e influir positivamente en su equipo, llegando a ser un buen referente para sus colaboradores.
Un líder saludable es aquel capaz de motivar a su equipo, detectar y fomentar las capacidades de cada persona, favorecer el buen clima laboral y la cohesión grupal, obteniendo, a su vez, la consecución de los objetivos empresariales.
¿Qué es el liderazgo saludable?
Como has podido intuir hasta el momento, el liderazgo saludable consiste en obtener los objetivos de la empresa sin pasar por alto la salud emocional de las personas. Ambos aspectos han de mantenerse en equilibrio.
Aunque puede parecer una utopía, no lo es en absoluto. De hecho, cada vez son más empresas las que se preocupan por este factor.
Este tipo de liderazgo supone una estrategia competitiva. Podemos decir que sus reglas básicas son:
- En una empresa es fundamental que exista una equidad y equilibrio dentro del equipo de trabajo.
- Los valores que se mencionan han de ser reales.
- Los trabajadores deben sentir que forman parte de la empresa.
- Es fundamental reconocer los éxitos de los miembros del equipo y celebrarlos.
- Motivación. Para mantener un liderazgo saludable debe mantenerse la motivación a través de diferentes métodos.
¿Pero cómo conseguir ser un líder saludable?
Una de las vías por la que se consigue el liderazgo saludable es a través del autoconocimiento y el control de la gestión emocional.
Un buen líder debe aspirar a:
- Convertirse en un modelo referente para su equipo.
- Transmitir seguridad y confianza porque sabe gestionar sus emociones.
- Mostrar una actitud positiva y ser resiliente ante cualquier cambio que se produzca en la empresa.
- Saber detectar las habilidades potenciales de cada empleado para que continúen desarrollándolas.
- Resolver conflictos de la mejor forma y fomentar el buen ambiente laboral.
Sin embargo, las encuestas avalan que en España el 36% de los líderes acaban por resultar tóxicos, sacando lo peor de los equipos.
Por ello, en mis formaciones, sesiones de coaching a empresarios y charlas, acompaño a las PYMES a conocer mas en profundidad las ventajas que tiene ejercer un liderazgo saludable. Ya que un líder entrenado y conlleva un liderazgo saludable.
¿Conoces los beneficios que aporta un liderazgo saludable en los equipos de trabajo?
Existen grandes ventajas que se obtienen al implementar este modelo de liderazgo. Las principales son:
- La productividad del equipo aumenta.
- El clima laboral es altamente favorable.
- Se produce un menor absentismo entre los empleados, los cuales mantendrán una buena salud mental y no sufrirán situaciones de estrés o ansiedad.
- Existe una clara distinción con la competencia. Nuestra empresa será mejor valorada.
- Los trabajadores desearán mantener sus puestos de trabajo y no se marcharán a otra empresa.
¿Como acompaño a ejercer el liderazgo saludable en las empresas?
A través de mi método BET, he entrenado a muchos responsables de organizaciones que quieren fomentar el modelo de empresa saludable, gracias a su posición de liderazgo, adoptando algunas medidas tales como:
- Ser influyente: conseguir involucrar a los trabajadores en el modelo, promoviendo primero comportamientos saludables tanto dentro como fuera del trabajo.
- Ser un buen comunicador: es tan importante escuchar a los que forman los equipos como comunicarles adecuadamente cuál es su papel y cómo pueden involucrarse.
- Trabajar activamente: cuando se es una empresa saludable, siempre hay que trabajar en pos de seguir mejorando el bienestar laboral, adaptando las medidas a las nuevas circunstancias.
- Velar por la seguridad y la salud: no se debe olvidar nunca que la seguridad y la salud de los trabajadores son los pilares de las empresas saludables y que, por tanto, se les debe dar la importancia que merecen.
- Formar: la figura del líder en las empresas ha de apostar por la formación para darles a sus trabajadores los conocimientos necesarios para tomar medidas en su puesto de trabajo. Talleres, cursos, coaching saludable…
- Medir los resultados: ¡lo más importante! Es necesario llevar un control de los resultados para comprobar si está funcionando y saber siempre en qué se puede mejorar.
Conclusión: el liderazgo saludable es fundamental en una empresa.
Para que exista un liderazgo saludable se han de tener en cuenta a las personas, las cuales representan el componente esencial para lograr todos los objetivos que desee alcanzar la empresa. Este plus de humanismo hace que los trabajadores se encuentren mejor en sus puestos, valoren de forma positiva a la empresa, exista un menor absentismo laboral y, por supuesto, nadie querrá abandonar su trabajo.
Hoy día tanto las pequeñas como las grandes empresas están apostando por este tipo de liderazgo. Parece ser que, por suerte, está decayendo el modelo de líder inflexible y autoritario que basa su poder en castigos.
Recuerda que la mejor inversión que puede realizar un negocio es el cuidado de su equipo de trabajadores.
Es por ello, que, a través de mis sesiones de coaching profesional, siempre recomiendo a los lideres de las organizaciones con los que trabajo, apostar por un proceso de coaching emocional que les permita convertirse o afianzarse en líderes entrenados y saludables.
Si quieres conocer más sobre cómo ayudamos a otras empresas como tú, puedes seguirme la pista en LinkedIn, mi red profesional de referencia o contactar directamente conmigo.